Se pasa volando. Genial.
Esas dos horas y cuarenta y ocho minutos de película (sin incluir trailers como Guerra de Novias o Ice Age 3) son tan llevaderas que cuando vas olisqueando el final te preguntas: ¿ya?
Una sublime interpretación de Nicole Kidman (como viene siendo habitual) y un Hugh Jackman de vaquero musculoso infrenable, algo insulso pero que no deja que sus frikiespectadores piensen mucho en sus garras de adamantium crean una historia que se completa con un niño mestizo aborigen, interpretado por Brandon Walters, (que, de hecho, es el hilo conductor de la película) que narra un cuento de amor y aventuras, humor y guerra, historia y paisajes que desde el primer momento te envuelven en su argumento de tal forma que sientes el olor de las reses, la lluvia de la estación lluviosa o esa música de Somewhere Over the Rainbow que sigues silvándola días después del visionado (haz clic en el link y escúchala mientras lees el resto de la entrada).
La historia comienza con una mujer inglesa (Nicole) que ante la desaprovación de que su marido siga queriendo quedarse en Australia para cuidar del ganado (precisamente para Sara, no vacuno, que digamos) viaja para agarrarle de la oreja y traerlo de vuelta a Inglaterra después de venderle las reses al ejercito (que se prepara para la Segunda Guerra Mundial). En el viaje por los desiertos de Australia es guiada por un vaquero de toma pan y moja (Hugh) que vive por cuenta propia, se la repampimfla las leyes racistas y es un pasota de cuidado. Sara se da cuenta de que su marido a sido asesinado y tiene que encargarse de cuidar las vacas gordas y vagas en contra de lo que los enemigos empresarios ganaderos desean que, por su parte, intentarán todo lo contrario. Para cuidar las reses y llevarlas hacia el puerto pide ayuda a Drover, el vaquero.
A todo esto, el niño aborigen y mestizo, llamado Nala (aunque escrito de otra forma) es perseguido por la (in)justicia para llevarlo a filas, ya que no pertenece ni a los negros ni a los blancos: café con leche, diría él.
Así que, Sara, Drover, Nala y alguno más deciden mover el ganado. Las cosas parecen salir bien pero detrás del dinero y el poder hay alguien que, como siempre, quiere más dinero y más poder. Sara tendrá que vérselas para mantener la finca, vender las vacas, enamorar a Drover y cuidar a Nala como un hijo y para que no se lo lleven los "polizontes" y evitar ser bombardeada por los Japos.
Una historia para guardar en la memoria. Un estilo a Pearl Harbor en la que un acontecimiento histórico envuelve una historia de amor. Sin embargo, no es ninguna pastelada, nada de lo que puede parecer en un primer momento. Y por supuesto, los toques de humor que tienen dan un dinamismo a la película que se hubiera hecho bochornosa pero que, agradablemente, se pasa volando. Genial.
Recomendable ir a verla al cine, por no decir obligada.
5 comentarios:
tiene que estar bien....XD. Por cierto , felices reyes....XD. Saludos.
yo tamben quiero verla! le exe un ojillo cuando salio...tambien tenemos nuestro lado sentimental en la piñata! jejeje
Yo tambien tengo muchas ganas de verla, a ver si saco tiempo de algún sitio, que con tanto examen al final la quitan y no la he visto
Yo salé con la misma gratísima impresión pese al vertigo inicial de un metraje tan largo. Sólo le veo un lunar pierde intensidad y ritmo una vez consiguen salir airosos de la prueba del ganado. Y que el personaje de David Wenham se consiga hacer con las riendas de la compañía carnica no se lo pone de amsido dificil a la kidamn y su Drover. EWn versión original la voz y las canciones del niñoa aborigen Nulllah son geniales.
Estoy con Maeglin, para mi a partir de ahi la pelicula cae en picado y en lo mas tipico de este tipo de historias. No se, esperaba que mantuviera el tipo pero se desmorona por minutos...
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