Antes de empezar, pongamos en contexto.
Nos encontramos en la primera edad. Algunos elfos acaban de abandonar Valinor para vivir en la Tierra Media. Los Valar y dos de las tres razas de elfos se quedan allí.
Recordamos que Melkor (Morgoth) con la ayuda de Ungoliant acaban de envenenar y destruir los árboles de la luz (Laurelin, árbol dorado; y Silpion, árbol plateado). Éstos eran el segundo intento de los Valar por dotar de luz al mundo, ya que antes habían creado dos enormes lámparas (dorada y plateada) que fueron destruidas por Melkor, provocando cataclismos que obligaron a los Valar a abandonar su morada en la Tierra Media para irse a Valinor.
Ahora el mundo volvía a encontrarse a oscuras a excepción de las estrellas: pequeños barcos cargados cada uno de un cáliz de luz plateada y pilotados por espíritus etéreos. Creados por Varda.
La Historia
Los dioses planearon un tercer intento para dotar al mundo de luz otra vez. Como Melkor no tenía ningún poder sobre el aire, decidieron que crearían un barco en el que pondrían las reservas de luz dorada que les quedaran, ya que de luz plateada, al ser muy fácil de trabajar, ya no les quedaba casi, no olvidemos que los Valar no son capaces de crear luz, esto es privilegio de Ilúvatar. Además este barco viajaría de Este a Oeste, puesto que el norte de la tierra media (Montañas de Hierro) eran dominio ahora de Melkor y el sur (el Valle de la Muerte) era ahora dominio de Ungoliant.
Los dioses se pusieron manos a la obra, pero ni Aulë (herrero de los dioses), ni Varda (señora de las estrellas) ni ningún otro artesano fue capaz de crear un material que resistiera la poderosa radiación dorada de ese tipo de luz y tubiera la liviandad suficiente como para flotar en el cielo. Desesperados ante el fracaso de este plan, decidieron pedirle ayuda a Yavanna (señora de la tierra) para que usar sus poderes para sanar a los árboles, a pesar de que ya habían intentado de todo antes.
Yavanna dijo que no les prometía nada, pero aun así tomo dos ampoyas, una de luz dorada y otra de luz plateada, ya que no estaban como para malgastarla. Gastó casi todos sus poderes en tremendos conjuros y hechizos y regó ambos árboles con sus respectivas luces... pero nada ocurrió. Faltos de esperanza los dioses se retiráron. Pero Vána (la siempre joven), hermana menor de Yavanna se quedó abrazada a Laurelin enredados sus cabellos dorados en el tronco del árbol y llorando desconsolada. Y he aquí que las lágrimas de Vána, vertidas a los pies del árbol al combinarse con los hechizos de su hermana mayor hicieron que brotaran flores de luz en el árbol. Pero he aquí que estas flores eran débiles y el viento se las llevó y todos se afanaron en recoger las posibles, aunque muchas se perdieron. Pero una flor se mantuvo en su sitio y esta flor no paró de crecer hasta que fructificó. Y este fruto no paró de crecer y empezó a hacerse enorme y ante el miedo de que la rama se rompiera destruyendo el fruto en su caida, acudieron Aulë y Tulkas (señor de la guerra) a sujetarlo, pero Aulë cortó el tallo y ayudado por Tulkas intentó llevar el fruto a su taller, más por el camino le falló el pie y el fruto calló al suelo liberando sus zumos y partiendose en dos mitades. Así Aulë tomó la corteza del fruto y con ella fabricó el barco que antes no había conseguido fabricar. Hizo el casco de la corteza del fruto, los mástiles de oro puro y las velas fueron hechas con los cabellos trenzados de Vána que ella misma donó.
Y en esa nave pusieron lo que quedaban de las dos mitades del fruto sobre un lecho con las hojas caidas del árbol y en un grán cáliz los jugos vertidos que habían conseguido recuperar. Y Urwendi junto con varias de sus doncellas se bañaron en los jugos y gracias a un encantamiento de Yavanna no ardieron, sino que pasaron a convertirse en espíritus ligeros capaces de pilotar el barco, y así se convirtió en señor del sol.
Al principio tanto élfos como valar glorificaron esa luz que permanecía en el cielo. Pero al pasar el tiempo se fueron dando cuenta de que esta luz era dañina. No les permitia conciliar bien el sueño y los ojos les dolían de tener que aguantarla constantemente. Se quejaron y Lorien (señor de los sueños y las visiones) se fue a reflexionar sobre ello. Al final, lamentando la suerte de los dioses estuvo meditando a los pies de Silpion (árbol de plata) y lamentandose tocó la herida en el tronco y al instante este se iluminó y una flor apareció en una rama. Esta flor creció y creció hasta que la rama ya no pudo sostenerla y la flor cayó al suelo perdiendo parte de su luz.
Entonces los valar la tomaron y la depositaron en una mesa gigante. Y Aulë, ayudado por algunos fabricantes de joyas noldoli creó un material transparente, similar al vidrio pero mucho más ligero, hermosos y resistente y con él creó un barco para depositar la luna. A este material se le llamó vírin. Y le fue encomendado su timón al espíritu llamado Ilinsor y sus sirvientes, además allí subió un elfo sins er detectado y allí cuida la rosa de plata. Es conocido entre los elfos como el Hombre en la Luna.
Ahora bien, la Luna y las estrellas quedaban tapadas ante la luz del Sol. Así fue que decidieron que el Sol patrullaría el cielo la mitad de un día y el resto lo haría la Luna, para dejar descansar los ojos de todas las criaturas sin recuperar la oscuridad toral. Además, Ilinsor, celoso del poder del sol ordenó a las estrellas que no se acercaran a él y es por eso que estas no comparten el cielo cuando el Sol está en él, excepto en excepciones, ya que algunas naves estrella no cumplian siempre esta norma.
Y así se instauró un nuevo sistema gracias al cual la tierra volvió a tener luz y la gloria de los valar fue enorme.
5 comentarios:
ooooooooooooh! que bonito!!!!
la historia al final, en el silmarillion, difiere, poruqe dice algo asi como que el piloto de laembarcacion de la luna, vivia enamorado de la que conducia la del sol (recuerdo nombres) y siempre iba detras, persiguiendola, y es por eso, que el luna aparece despues del sol
Sí, verdad? a mi me sonaba algo así, pero justo hay una frase en el Libro de los cuentos perdidos I que dice literalmente:
De esta manera subió por primera vez la Luna sobre Taniquetil, y Lorien se regocijó, pero Ilinsor tuvo celos de la supremacía del Sol y ordenó a los marineros de las estrellas huir detrás de él, y las lámaparas de las constelaciones se apagaron, pero no todas, y a menudo alzabam las velas persiguiéndolas y las pequeñas naves de Varda huían ante el cazador del firmamento y no podían ser atrapadas."
muy interesante. Gran semana temática. Aver si se me ocurre algo acerca de lo que escribr que ace muxo tiempo que me lei los libros. Y si este caxo internet de caca me lo permite.
O_o
madre mía, sí que hay que tener imaginación para inventar semejantes relatos ^^"
Mucho tiempo necesitaría para descubrir a Tolkien...^^"
que bonita historia.
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