A Bra'tac le encanta... Cien años de Soledad

Una obra maestra es la única forma de definir esta increíble novela, quizá, si cave, con miles de adjetivos para anda peyorativos y de agradable sentido del oído, que fue publicada hace más de cuarenta años y escrita por el inigualable Gabriel García Marquez, un autor que hace sentirse orgulloso de ser hispano parlante.

La novela es una historia con un principio y un final, contando una realidad que se cierra en sí misma y que contiene todos los aspectos y facetas que hacen distinguirla como tal. Trata de una familia, los Buendía, y un pueblo, Macondo. La familia, inicialmente compuesta por un marido y una mujer que deben irse de su pueblo, que junto con unos amigos, deciden vivir en un lugar desolado, cerca de un río, para formar lo que será el pueblo de Macondo. Un pueblo que, junto con la familia, pasa por las etapas de evolución de cualquier ser, colectivo o individual, que uno pueda imaginarse. Nace, crece, decae y finalmente muere. Un pueblo donde se observa una muestra de la sociedad real, sobretodo latinoamericana, en donde, se comienza con un grupo de casas de un asentamiento tribal con una política patriarcal, se pasa por un cambio con la migración al descubrir pueblos vecinos, soporta una colonización económica y un auge climático con la llegada de los estadounidenses en busca de las plantaciones del banano y se acaba muriendo por parte de la pérdida de los comercios, devastaciones lluviosas y el empobrecimiento del alma de sus habitantes.

Por otro lado, los Buendía tienen un desarrollo que acompaña a la población, o viceversa, y su historia es contada tanto en horizontal, de padres a hijos, como en vertical, entre los distintos congéneres. Además, y como bien he podido leer en las buenas introducciones que mi edición contiene (Edición Conmemorativa de la RAE), es una narración desde distintos puntos de vista (individual y colectivo, legendario e histórico, cotidiano y mítico) en donde la escritura de un gran autor recoge una naturaleza exclusiva irrepetible y autosuficiente.

Personalmente, la historia de los Buendía, al completo, contada de una forma agradablemente densa. Muy densa. De tal forma que en pocas páginas el autor nos cuenta lo que ha pasado en varios años sin omitir detalles tanto de la vida diaria de los que, en ese momento, son los protagonistas, la generación que da lugar a los acontecimientos que cambiarán al resto de generaciones, como de lo secretos de cada uno, de las bacilaciones, de los romances, trabajos y guerra, delirios y pasiones, de como, generación tras generación, los fantasmas del pasado se van acumulando en la casa, de como, aunque parezca mentira y aunque pueda parecer un castigo divino, las historias no parecen lineales sino que son como un engranaje que va girando en círculo y que giraría perpetuamente de no ser porque se va desgastando, como digo, con el alma y vida de sus protagonistas.

No solo la recomiendo sino que, si no lo creyese contraproducente, obligaría su lectura a punta de luger. Una obra en todo su esplendor. Una genialidad. Absoluta.