Las tres espadas de Gondolin

En Tolkien se nombran varias armas poderosas, tanto mágicas o no. Destacan los mismos anillos o Anduril.

Pero yo no me he molestado a descender al mundo de los mortales a iluminaros con mi sabiduría por estas armas mundanas. Hoy vamos a hablar de las 3 magníficas espadas hermanas que aparecen por primera vez en El Hobbit (ONP): Orcrist, Glamdring y Dardo.

Las espadas aparecen por primera vez en el capítulo 2 de El Hobbit: Carnero asado.

Había también montones de vestidos que colgaban de las paredes, y entre ellos muchas espadas de diversa factura, forma y tamaño. Dos les llamaron particularmente la atención, por sus hermosas vainas y empuñaduras enjoyadas. Gandalf y Thorin tomaron una cada uno y Bilbo un cuchillo con vaina de cuero. Para un troll no habría sido más que un pequeño cortaplumas, pero al hobbit le servía como espada corta.
- Las hojas parecen buenas -dijo el mago desenvainándo una a medias y observándola con curiosidad-. No han sido forjadas por ningun troll ni herrero humano de estos lugares y días, pero cuando podamos leer las runas que hay en ellas, sabremos más.

Aunque más tarde podríamos descubrir los nombre y en parte el origen de las espadas. En el capítulo 3: un breve descanso.

Elrond lo sabía todo sobre las runas de cualquier tipo. Aquel día observó las espadas que había tomado en la guarida de los trolls y comentó: - Esto no es obra de los trolls. Son espadas antiguas, muy antiguas, de los Altos Elfos del Oeste, mis parientes. Están hechas en Gondolin para las guerras de los trasgos. Tienen que haber sido parte del tesoro escondido de un dragón, o de un botín de los trasgos, pues los dragones y los trasgos destruyeron esa ciudad hace muchos siglos. En ésta, Thorin, las runas dicen Orcrist, la Hendedora de trasgos en la ancestral lengua de Gondolin, fue una hoja muy famosa. Ésta, Gandalf, fue Glamdring, Martillo de enemigos, que una vez llevó el rey de Gondolin. ¡Guardadlas bien!
- ¿De dónde las habrán sacado los trolls, me pregunto? -murmuró Thorin mirando su espada con renovado interés.
- No sabría decirlo -dijo Elrond-, pero puede suponerse que vuestros trolls habrán saqueado otros botines, o habrán descubierto los restos de viejos robos en alguna cueva de las montañas. He oido que hay quizá todavía tesoros ignotos en las cavernas desiertas de Moria, desde la guerra de los enanos y los trasgos.
Thorin meditó estas palabras. -Llevaré esta espada con honor -dijo-. ¡Ojalá hienda trasgos otra vez!

Las tres espadas fueron forjadas en Gondolin y usadas en la batalla durante su caida. Comparten características comunes como un filo excelente, capaz de cortar cosas que otras no podrían ni atreverse a intentar. Pero su más clara característica es la de brillar en cercanía de enemigos malvados. Así advierten a su poseedor de que se avecina batalla además de, en la lucha, otorgar mayor majestuaosidad al guerrero que la porta asustando a sus enemigos.

Orcrist, Hendedora de trasgos

Fue forjada por los noldor para uno de los guerreros elfos más terribles de la Tierra Media: Ecthelion, señor de las fuentes de Gondolin. Durante el asedio y destrucción de Gondolin luchó contra Gothmog, señor de los Balrog, muriendo ambos en la contienda. Es allí donde su espada formó parte de un botín que se perdió en el tiempo y finalmente fue hallado por los trolls Berto, Tom y Guille, quienes la guardaron juento a sus hermanas hasta que fueron muertos por la astucia de Gandalf y allí fue tomada por Thorin Escudo de Roble, rey de los enanos en la Montaña Solitaria. Durante la batalla de los Cinco Ejércitos, Thorin murió y la espada fue puesta en su tumba, en el corazón de la montaña. Por eso se dice que la montaña ya no puede ser tomada por sorpresa, ya que la espada brilla en caso de que se acerque el enemigo.

Glamdring, Martillo de Enemigos

Forjada en la mísma época que Orcrist, Glamdring perteneció a Turgon, rey de Gondolin. Murió durante el asalto a la ciudad y la espada guardada como botín. Su destino corrió parejo a Orcrist hasta que la tomó Gandalf el Gris en la guarida de los trolls. Desde entonces perteneció a este hasta que al partir de la Tierra Media camino de Valinor, el Maia se la dejó como heredad a Aragorn.

Dardo o Aguijón

Bautizada por el propio Bilbo, uno de sus poseedores, pues se desconoce que nombre pudo tener en principio al no llevar runa alguna. El nombre se le ocurrió al derrotar a una araña gigante en el bosque negro.

Esta daga elfa (aunque en un hobbit actue como espada corta) fue forjada en la época de sus hermanas. También fue perdida en la caida de Gondolin y por fín acabó en manos de Bilbo Bolsón. Este vivió con ella y en su vejez se la regaló al portador del Anillo, Frodo Bolsón, junto con una valiosa cota de malla de Mithrill. Fue empuñada por este en su viaje al monte del destino y empuñada y poseida durante un tiempo breve por Sansagaz Gamyi. Finalmente retornó a La Comarca y allí fue guardada en el Museo de Cavada Grande al ser dejada por Frodo al partir este a Valinor.