
El viernes tuve la suerte de poder ir al cine, por primera vez en mucho tiempo y por primera vez en estos lares madrileños, como no, a ver una película castellana. Y digo suerte porque mis obligaciones no dejan muchas ventanas.
Balada Triste de Trompeta (Álex de la Iglesia) es, en definitiva, una comedia sangrienta. Humor negro y absurdo. Una visión triste, valga el título, de la vida. Un relato esperpéntico de amor y locura. Es una película que no gusta a todo el mundo y que no tiene un hilo argumental muy lineal y definido pero que por eso mismo creo que le da un toque especial.
La película trata de un Payaso Triste (Carlos Areces) que desde pequeño no fue un niño y sufrió con la muerte de su madre y el encarcelamiento de su rojo padre (Santiago Segura). Años después de la Guerra Civil, en los 70, Payaso Triste busca trabajo en un circo de Madrid donde conocerá a Natalia (Carolina Bang), un increiblemente atractiva trapecista de la que pronto se enamorará, y a el Payaso Tonto (Antonio de la Torre) amante de los niños pero un cabrón en toda regla no solo por pegar a su mujer. Todo ello desembocará en un triángulo amoroso muy poco convencional que les llevará a enfrentarse entre sí de una forma violenta y bizarra.
En mi opinión, la decadencia que ofrece los años 70, las desfiguraciones faciales, la locura que se va apoderando de los personajes y la violencia en general hacen a ésta una película original donde las haya. Y recordemos que es de lo que más faltos estamos. Con respecto a que la gente no le vea sentido a algunas cosas o que estas pasen sin muchas explicaciones, bueno, recordemos que la ficción es la ficción. En conclusión, hay que verla.
Y para aquellos que sepan de lo que hablo, grandes momentos los que coinciden con la canción de Raphael y que pone título a la película, la cacería y mordisco y el apoteósico momento final.
Balada Triste de Trompeta (Álex de la Iglesia) es, en definitiva, una comedia sangrienta. Humor negro y absurdo. Una visión triste, valga el título, de la vida. Un relato esperpéntico de amor y locura. Es una película que no gusta a todo el mundo y que no tiene un hilo argumental muy lineal y definido pero que por eso mismo creo que le da un toque especial.
La película trata de un Payaso Triste (Carlos Areces) que desde pequeño no fue un niño y sufrió con la muerte de su madre y el encarcelamiento de su rojo padre (Santiago Segura). Años después de la Guerra Civil, en los 70, Payaso Triste busca trabajo en un circo de Madrid donde conocerá a Natalia (Carolina Bang), un increiblemente atractiva trapecista de la que pronto se enamorará, y a el Payaso Tonto (Antonio de la Torre) amante de los niños pero un cabrón en toda regla no solo por pegar a su mujer. Todo ello desembocará en un triángulo amoroso muy poco convencional que les llevará a enfrentarse entre sí de una forma violenta y bizarra.
En mi opinión, la decadencia que ofrece los años 70, las desfiguraciones faciales, la locura que se va apoderando de los personajes y la violencia en general hacen a ésta una película original donde las haya. Y recordemos que es de lo que más faltos estamos. Con respecto a que la gente no le vea sentido a algunas cosas o que estas pasen sin muchas explicaciones, bueno, recordemos que la ficción es la ficción. En conclusión, hay que verla.
Y para aquellos que sepan de lo que hablo, grandes momentos los que coinciden con la canción de Raphael y que pone título a la película, la cacería y mordisco y el apoteósico momento final.
Pues parece interesante la película a través de tu comentario. Tiendo a no ver cine español porque tiendo a pensar que las pocas veces que voy al cine mejor ver lo más "popular" o en boca de la mayoría pero seguramente es un error que subsanaré en breve. Saludos
ResponderEliminar-El final fue lo más original que he visto nunca .... INOLBIDABLE.
ResponderEliminarMmm... peli española que hay que ver? Son pocas, pero pelis españolas que merecen la pena haberlas hailas
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